miércoles, 19 de octubre de 2011

En mi ayuda

Este pequeño (quiero llamarlo) poema lo escribí si no me equivoco el 25 de septiembre. Creo que es hora de compartirlo.


¿Quién es más feliz?
¿Yo por ser capaz de encontrarlas,
o las palabras por hacer lo que más les gusta
y acudir en mi ayuda 
para permitirme hablar de ti?

Dichosas se pavonean en las lineas
mientras que  yo no quepo en mi alegría
al darme cuenta que aún en mi torpeza
logro articular un verso.

Traviesas cuchichean entre ellas,
me miran burlonas
y se regocijan al saber que su risita pícara 
hace titubear mi mano.

Y yo les digo: ¡Basta!
Déjenme en paz, burlonas.
¿Qué no ven que mi duda no es temor a decir las cosas
sino a equivocarme y no hacerle justicia?

Ayúdenme, les ruego.
Tengan paciencia.
Ya saben ustedes que para lo que vale la pena
merece uno tomarse su tiempo.

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