viernes, 16 de septiembre de 2011

Oscar Wilde tiene razón

El artista verdadero no busca la reacción en el espectador, la obra no fue hecha para él sino para el artista mismo. No pretende gustar a nadie más que al autor (incluso si no) pero no responde a las inquietudes ni intereses del espectador. Sólo es la expresión del sentimiento del artista la que interesa. Su pasión al concebir la obra debe quedar reflejada, ya sea amor, odio, repulsión, tristeza, etc. El espectador sólo es eso. El artista no se interesa por el pensar de los otros a su obra, son sus sentimientos plasmados en su obra las que verdadera y únicamente interesan.

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